En esta sala Rafael ha pintado diferentes momentos de peligro de la Iglesia cristiana a lo largo de su historia que han sido salvados por ésta gracias a la Fe y la intervención divina, como la encarcelación de San Pedro, la amenaza da Atila y sus hordas de hunos, etc, Pretende así simbolizarse la protección de Dios sobre la Iglesia amenazada en su patrimonio. Y es clara la alusión a la victoria de Julio II sobre las tropas extranjeras en 1512 y a la protección sobrenatural que el Papa creyó haber recibido en la campaña del Adriático. El tema fue elegido personalmente por el Papa.
Por primera vez en la pintura de Rafael aparece el dramatismo y la tensión, por posible influencia de Miguel Ángel, que estaba pintando la Capilla Sixtina al mismo tiempo, pero con ciertas diferencias: Rafael quiere el ímpetu del pathos miguelangelesco pero también mantiene una distancia, la objetividad de la representación.
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