lunes, 28 de marzo de 2011

Andrés de Valdenvira, Catedral de Jaén, 1548


A Valdenvira se debe la disposición de planta salón del templo y sus proporciones y, en definitiva, la idea general del conjunto que, como la catedral de Granada, de Siloé, tanta influencia tuvieron en la construcción de catedrales, tanto en Andalucía como en América. El dominio de la técnica clásica, la claridad y luminosidad del espacio, y la acertada solución de los alzados convierten a la catedral jienense en una de las mejores creaciones del Renacimiento andaluz.
La planta del templo es un rectángulo dividido en tres naves, con capillas laterales a su alrededor, incluso en la cabecera. El coro se separa del presbiterio por una nave de crucero, elevándose en el punto de intersección una imponente cúpula sobre tambor.
Como en la mayoría de las catedrales españolas, el tiempo ha aportado modificaciones de importancia que han modificado las estructuras originales.


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