No es tarea fácil sintetizar la vida de un autor como Giotto di Bondone (1.267-1.337), quien fue el primer pintor italiano que dejó atrás las tendencias bizantinas de la pintura y abrió nuevos caminos que andando el tiempo acabarían conduciendo al Renacimiento. Nacido en una familia campesina, su afición y destreza en el arte de la pintura lo llevaron a formarse en el taller de uno de los pintores florentinos más famosos del momento, Cimabue. Tras este periodo inicial, del que tenemos muy pocos datos, emerge un Giotto cuya fama va a irse extendiendo progresivamente, como consecuencia de lo novedoso de su pintura. Es casi seguro que su primer encargo de envergadura lo constituyen los frescos que decoran la iglesia superior de la basílica de Asís, donde retrató magistralmente la vida de San Francisco. Sin embargo, debe tenerse presente que no existe un acuerdo unánime sobre que todo el conjunto fuese de su autoría. La opinión más generalizada afirma que al menos cuatro de los veintiocho frescos son obras de uno o más de de sus discípulos. Ello no obstante, el diseño del conjunto debió ser realizado por nuestro artista, quien tuvo presente las informaciones recogidas en la "Leyenda mayor" que sobre San Francisco había escrito San Buenaventura hacia 1262.
Y además, un video-resumen de la pintura italiana del Trecento:
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