Los especialistas piensan que los cimientos del templo, consagrado en un primer momento a Santo Tomé, se alzaron en el siglo XII sobre una construcción anterior, quizá de los primeros años de esa centuria. La iglesia tiene tres naves y en el siglo XVI se abren las capillas laterales que hoy pueden contemplarse. Adosada a la fachada norte encontramos una torre. En la actualidad, la iglesia forma parte del convento de las Clarisas.
Lo más atractivo de la iglesia de Santo Domingo es su fachada, una de las portadas románicas más importantes de la península. La fachada se divide en tres cuerpos. En el primero se observa la portada y cuatro arquerías. En el segundo hallamos también la disposición de arquerías, pero con un fuste más corto. En el tercero se aprecia un gran rosetón de ocho radios, rematándose la construcción con una cruz.
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