lunes, 17 de enero de 2011

San Juan de Duero, Soria




El monasterio soriano de San Juan de Duero pertenecía a la orden de San Juan de Jerusalén, tal como consta en un documento de 1243, apuntándose a un origen templario. La primitiva iglesia del siglo XII tiene una sola nave con cabecera de arco de cañón apuntado y ábside cubierto con bóveda de horno. Llaman la atención los dos cimborrios en ambos lados de la nave, añadidos posteriores al siglo XIII. Uno de los cimborrios está cubierto con cúpula semiesférica mientras que el otro se cubre con cúpula cónica. La ornamentación de los capiteles es muy interesante.
Pero lo más llamativo de este antiguo monasterio emplazado entre el río Duero y el monte de las Ánimas es el claustro, ejemplar único en la arquitectura de la época. Se trata de un claustro realizado en el siglo XIII por arquitectos mudéjares ya que cuenta con cuatro tipos de arcos: de medio punto y capiteles vegetales en el noroeste; apuntados de herradura sobre dobles columnas en la zona noreste; calados, entrecruzados y secantes, sin capitel, en el paño sureste; y calados, entrecruzados y tangentes en el suroeste. La unión de los dos tramos de arcos en la zona sur se realiza a través de un arco doble entrecruzado y sin columna. En tres de los vértices del claustro se abren sendas puertas mudéjares de arcos apuntados.

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