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viernes, 11 de marzo de 2011

Miguel Ángel, Tondo Doni, 1504



Este cuadro de Miguel Ángel es, como puedes observar, redondo (es un “tondo”) y tiene por nombre “La Sagrada Familia”. Perteneció a la familia Doni (de ahí que se denomine Tondo Doni), parecer ser que los pintó con motivo del matrimonio entre Agnolo Doni y Magdalena Strozzi, a los cuales pintó posteriormente por separado.

Este tondo está considerado como una de las obras maestras del arte universal. Representa a la Virgen, San José y el niño Jesús en una escena familiar dentro de un paisaje de composición piramidal con los cuerpos entrelazados en escorzos importantes. En la escena predomina el hecho humano sobre el divino que sólo aparece en la consistencia y fortaleza de las figuras. Algunos han creído ver la génesis del Manierismo en la posición de la Virgen, que arrodillada, realiza una torsión para, por encima de su cabeza y dando la espalda a San José, recoger en sus brazos al niño Jesús.

Destaca el fondo como un friso formado con desnudos de los cuales no se conoce muy bien su sentido pero le sirven para que Miguel Ángel nos demuestre su capacidad como pintor de desnudos, además le sirve para crear una estructura compositiva que le permite equilibrar la composición del tondo. Es decir, crea un equilibrio perfecto entre la curvatura del marco con la línea recta de las cabezas de los desnudos. También observamos que es una composición donde destaca la vitalidad que Miguel Ángel siempre transmitió a todas sus obras y con una estructura intrigante que es lo más singular de esta obraResumiendo, podemos decir que:

a) Es una pintura que tiene un belleza fría y distante, su calidad se percibe cuando se entra en la composición pictórica y reconocemos su clasicismo, que hace que las figuras sean verdaderos iconos

b) Los colores son vitales y vibrantes, como los que utilizó en la Capilla Sixtina como hemos podido ver después de la restauración.

c) La composición es centrípeta, gira como una espiral alrededor de las cabezas de los personajes donde las miradas marcan las líneas de la composición estructural. Por ello, lo dinámico predomina sobre lo estático.

d) Los ropajes de la virgen recuerdan los de la Piedad del Vaticano. Miguel Ángel nos demuestra una vez más que se sentía más escultor que otra cosa.

e) El incipiente Manierismo se puede ver en las torsiones corporales y en la complejidad de la relación de los personajes (figuras serpentinatas).

f) Las figuras son anatómicamente sólidas y rotundas pero ligeras, sin relación afectiva entre ellas. Son monumentales con cierta sensación de fortaleza, dureza y volumen escultórico.

g) Por último, se observa el carácter de símbolo de todo lo que aparece en la obra. María y José simbolizan la ley del Antiguo Testamento. El niño Jesús representa el mundo de la gracia del Nuevo Testamento. Los desnudos son el mundo pagano. Y San Juan aparece como nexo de unión entre el mundo pagano y el cristiano.

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