Es la iglesia de mayor tamaño de toda la cristiandad, levantada sobre el lugar en el que según la tradición reposan los restos de San Pedro, el primer papa de la iglesia cristiana.
Desde el punto de vista artístico, el templo es el resultado de los proyectos entrecruzados de distintos autores, quienes trataron de poner en práctica en esta obra sus propias concepciones estéticas, combinándolas con las de los papas que, en definitiva, financiaban los trabajos (aunque sería más correcto decir que acabó pagándolos el conjunto de la cristiandad europea).
Dos concepciones diferentes se cruzan en la basílica: la idea de la planta centrada de cruz griega y la de la planta de cruz latina. De alguna manera, la planta actual del edificio conjuga ambas propuestas. Veamos su desarrollo a lo largo del tiempo:
1) Cuando en 1503 el Papa Julio II decide arrasar la vieja iglesia paleocristiana de San Pedro, para que sea sustituida con un templo más acorde con la importancia que el papado ha adquirido en Europa. encarga el proyecto a Bramante, qien diseña un edificio de planta centrada, rematado en sus cuatro extremos con ábsides y estructuras abovedadas y coronado con una cúpula semiesférica. Las obras no se inician hasta 1506, pero Bramante fallece en 1513, cuando aquellas han alcanzado aún un escaso desarrollo.
2) Sucederán a Barmante en la dirección distintos arquitectos: Rafael (hasta 1520, en que fallece), los hermanos Sangallo y, más tarde, su sobrino Antonio Sangallo el joven, que se ocupó de la basílica hasta su muerte en 1546. Todos ellos abandonaron la idea bramantesca, sustituyendo la planta original del edificio por otra de cruz latina, mientras las obras avanzaban a ritmo dispar, según el momento.
3) A partir de 1546 se encarga del edificio Miguel Ángel, que retomó la idea de la planta centrada y que levantó la enorme cúpula de 46 metros de diámetro que corona el edificio, sostenida sobre cuatro pechinas. Para descargar su enorme peso diseñó otras cuatro cúpulas de menor tamaño, aunque finalmente sólo fueron construidas dos de ellas, cuando ya las obras eran dirigidas por Vignola. Finalmente, la cúpula (con algunas modificaciones) se concluýó en 1591, más de veinte años después de la muerte de Miguel Ángel.
4) Pero aún quedaban más modificaciones en la basílica: en el siglo XVII Carlos Maderno acabó transformando el proyecto de Bramante y Miguel Ángel, regresando a la idea de la cruz latina, para lo que construyó algunas crujías y levantó la actual fachada, más desarrollada en anchura que en altura, para no ocultar la cúpula. Finalmente, el edificio se completó con la plaza delantera y su famosa columnata, obra de Bernini, pero esa es otra historia, y la veremos en el barroco.
En definitiva: un largo y complejo proceso que sirvió para pregonar al mundo la grandeza y majestad de los papas de Roma.
La cúpula realizada por Miguel Ángel para rematar esta basílica merece capítulo aparte, así que la veremos con más detalle un poco más adelante.
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