Obra pictórica de forma redonda (tondo), en la que se muestra una imagen del Niño Jesús, la Virgen María , algunos ángeles y personas del mundo terrenal pintados al temple.
La pintura tiene la peculiaridad de tener forma redonda a la cual se adaptan perfectamente los personajes ya nombrados. Este círculo se cierra en su parte inferior por las manos casi enlazadas de la Virgen y el ángel y en su parte superior la corona de oro sostenida por dos ángeles marca un punto de unión.
Las formas presentan contornos bien definidos y se muestra un claro dominio del dibujo el cual configura imágenes con un cierto toque de lirismo.
En cuanto al color cabe destacar el perfecto contraste entre colores cálidos y fríos. Esta mezcla da como resultado la luz la cual también proviene del paisaje, el cual es uno de los puntos a tener en cuenta de esta obra ya que da sensación de perspectiva, crea sensación de espacialidad.
Esta obra tiene una clara composición: si bien en el centro no aparece nadie (sólo el paisaje) es destacable la figuras de Jesús y de María, quien está inclinada de forma que cubre a Jesús. La obra posee algo de simetría tal vez rota por la presencia de dos niños: aparece en ángel a la izquierda contrarrestada por la figura de otro a la derecha. La función de ambos es muy simple: sujetan la corona y potencian la forma circular de la obra. En posición semejante a la de María se encuentra una persona que realiza con dos niños lo mismo que María con Jesús. Es destacable la posición inclinada de algunas figuras. Mediante esta posición recuerdan a la ley de adaptación al marco del arte románico: las figuras tenían una posición que dependía de la forma del marco en que estaban insertas.
La obra tiene un gran dinamismo tal vez debido a la posición de las figuras. No tiene sentido volumétrico, pero sí linealidad. La presencia de grupos variados de personajes (ángeles−personas) evidencian la combinación entre el mundo terrenal y el celestial.
Los rostros de todos los personajes son similares, es decir, todos tienen caras alargadas que tienen como resultado una belleza peculiar. Los rostros, claramente idealizados, evidencian una gran ternura presente en el cuadro.
En definitiva se puede decir que Botticelli en esta obra consigue una armonía compositiva excepcional.
Esta obra titulada Virgen/Madonna del Magnificat pertenece al autor italiano Sandro Botticelli (1455−1510). Botticelli pertenece a una generación de pintores más avanzada lo que le diferencia de ello en varias cosas: como he señalado al principio su pintura fue de caballete y dominio del dibujo en su pintura que configura imágenes en movimiento y con un cierto toque de lirismo.
Esta obra es de carácter religioso presente también en su obra, Botticelli fue uno de los pintores que mejor realizó imágenes de la Virgen. Valgan como ejemplo ésta u otra Madona, la "Madona del Libro".
Hablando un poco de la situación histórica se puede señalar que esta obra se realizó poco antes del 1485, época de crisis religiosa del autor por la acción del monje Savonarola quien acabó con los Médicis.
En definitiva, se puede decir que esta obra representa algunas características importantes de la obra del autor y del propio autor, S. Botticelli.
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