Se creyó durante mucho tiempo que el Pont du Gard fue construido alrededor del año año 19 a de C. Sin embargo, las excavaciones recientes sugieren que se realizó en el siglo I d C. Su construcción se atribuye al yerno deAugusto, Marco Vipsanio Agripa. Diseñado para llevar el agua a través del pequeño valle del Gardon, fue parte de un acueducto de unos 50 km que llevaba el agua desde los nacimientos cercanos a Uzès hasta la ciudad romana de Nemausus (actual Nimes). El acueducto completo tenía una pendiente de de 34 cm/km (1/3000), descendía sólo 17 m en todo su trayecto y llevaba 20.000.000 de litros de agua diariamente.
Fue construido por completo sin emplear argamasa. Las piedras del acueducto– algunas de las cuales pesaban hasta seis toneladas – se mantienen unidas por grapas de hierro. La mampostería fue elevada hasta su sitio mediante poleas accionadas por muchos hombres. Se construyó un complejo andamio para aguantar el acueducto mientras se construía. La fachada todavía tiene las marcas de su construcción en forma de protuberancias por las que se unía al andamio y caballetes en los pilares que sostenían los marcos semicirculares sobre los que se construyeron los arcos. Se cree que se tardó unos tres años en construirlo, y que participaron en las obras de 800 a 1.000 trabajadores.
A partir del siglo IV se descuidó su mantenimiento y los sedimentos empezaron a obstruir el conducto. En el siglo IX quedó inservible y la gente empezó a usar sus piedras para sus propios propósitos. Sin embargo la mayor parte del Pont du Gard permanece intacta.
La calidad extraordinaria de la albañilería del puente lo convirtió en una parada obligatoria para los viajeros mamposteros en su gira tradicional alrededor del país, muchos de los cuales dejaron sus nombres inscrutor en la piedra. Las marcas realizadas por los trabajadores originales, en las que se indican donde se debían situar las piedras, también se conservan
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