En cuanto al tramo en el que se tuvo que recurrir a la construcción de arquerías, éstas se alargan 830 metros, con una altura de 25 metros en la parte más profunda del valle del río. La estructura de dicho tramo es característica de Mérida. Se compone de robustos, pero elegantes pilares, en los que alternan cinco hiladas de sillares de granito con otras tantas hiladas de ladrillo. Arcos a diferentes alturas van enlazando los pilares, cuyo núcleo es de opus caementicium. Los arcos de enlace son de ladrillo, salvo el que salva el cauce del río Albarregas, que tiene las dovelas de granito muy bien trabajadas. Son todavía 73 los pilares que han permanecido más o menos deterioriorados.
Esta obra, que causó el asombro general en los pasados siglos, donde se consideró un milagro que los pilares se conservaran en gran medida aún en pie, tomando así el nombre con el que se conoce el acueducto.
Respecto a la cronología, como apuntan las intervenciones del tramo del canal frente al cementerio y del Ninfeo ubicado en el Calvario, se dataría aproximadamente en época Claudia o de los Flavios, es decir siglo I d. C.
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